Hoy día la gran mayoría de los niños tanto pequeños como mayores, hacen uso, de forma consciente o inconsciente, de las nuevas tecnologías. Por lo ya no podemos seguir optando por la instrucción tradicional de la pizarra y el libro de texto, esto tiene que cambiar de manera urgente. Gracias a las TIC hay multitud de programas educativos que ayudan, facilitan y motivan al sujeto para que este aprenda y tenga interés por lo que aprende.
A principios de este cuatrimestre, en la clase de Recursos Tecnológicos, visualizamos un video muy interesante y a la vez divertido que nos “chocó” a la gran mayoría de la clase. En él, el alumno le exigía seriamente a la profesora que hiciera bien su trabajo, los niños estaban al día con las nuevas tecnologías y la profesora no lo estaba: ¿es esto coherente para nuestra profesión? La verdad, no. Es una manera clarísima de infravalorar la docencia.
Por eso yo, a partir de entonces me hago muchas preguntas a las que me gustaría encontrar respuesta: ¿qué sentiría si un alumno me exige que haga bien mi profesión? ¿Hasta qué punto influyen las nuevas tecnologías en la enseñanza? ¿Y en nuestra vida cotidiana?..................
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